Aunque sea un gesto habitual, seguramente nunca te hayas planteado si te lavas bien el cabello o no. Pero hacerlo sin prestar atención provoca que el cabello pierda resistencia y nutrición.
Antes de lavar el cabello es aconsejable peinarlo bien. Empieza en las puntas y sigue en los tallos y el cuero cabelludo. De esta forma se elimina el polvo y los restos de productos capilares adheridos a las cutículas.
Es importante también tener en cuenta que al lavar el pelo con agua muy caliente, las glándulas sebáceas se estimulan y fabrican más sebo. Por eso es aconsejable lavar el cabello con agua tibia.
A continuación os dejo 3 pasos muy sencillos que son las claves de un lavado perfecto:
Primer paso: Poco champú
Si se aplica mucho producto, el pelo queda áspero y mate. Es mejor aplicar poco champú e ir añadiendo agua durante el lavado para que forme espuma.
Segundo paso: Mucha agua
En las melenas rizadas y abundantes pueden quedar restos de champú. Aclara con mucha agua y en todas direcciones, especialmente en la nuca.
Tercer paso: No frotes las puntas
El sebo se fabrica en el cuero cabelludo, que es la zona que hay que «trabajar». No hace falta frotar las puntas, porque se dañan, ya que se limpian con la espuma que cae al aclarar.
Espero que os sea útil estos pequeños consejos y espero vuestros comentarios.
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